PESCADORES EXIGEN DESALOJO DE EMPRESAS QUE DESTRUYEN PLAYAS EN AYSEN

Los anclajes para las jaulas salmoneras antes erán trasladados desde Chiloé o Puerto Montt, pero desde que naufragó una barcaza que trasladaba estas estructuras y murieron 10 trabajadores, las empresas han comenzado a construir estos bloques de cemento en varias playas de la Región de Aysén. Muchas de estas empresas estarían funcionando ilegalmente.


Región de Aysén. 27 de febrero de 2008. (Ecoceanos News)—La Asociación Gremial de Organizaciones de Pescadores Artesanales de Aysén denunció la grave contaminación que está generando la extracción de arena, y la construcción y acopio de anclajes de cemento para balsas-jaulas salmoneras en diferentes playas de la Región, zona que esta siendo ocupada por la expansión de la industria acuícola.

Los lugares afectados son Puerto Laguna y Playas Largas de Isla Melchor; Caleta Vidal, en Canal Pilcomayo; y Caleta Andrade, en Puerto Aguirre. Los pescadores además exigieron a la Autoridad Marítima proceder al desalojo de estas instalaciones ilegales.

Los hombres de mar presentaron la denuncia ante el Capitán de Puerto de Puerto Aguirre, Alberto Castillo Campusano, a quien solicitaron ordenar “el inmediato desalojo de estas instalaciones ilegales y –advierten- que perseguirán las responsabilidades individuales, empresariales y administrativas que han permitido el nivel de daños ambientales que hemos detectado y registrado en fotografías y videos”.

A través de un comunicado público, los pescadores señalaron que “solicitamos a las autoridades competentes, desde ya, que se abstengan de autorizar estas actividades, obviando la normativa vigente y dejando expuesto nuestro territorio marítimo a la acción característica de la Industria Salmonera y que ha derivado en el colapso ambiental de la Región de Los Lagos”.

Fue el 23 de enero, cuando una delegación integrada por dirigentes de la Asociación Gremial de Organizaciones de Pescadores Artesanales de Aysén, representantes de la Alianza Aysén Reserva de Vida y del Programa de Salmonicultura de la CONAPACH, recorrió diversos sectores de Puerto Aguirre y las Islas Huichas. En esa ocasión detectaron la presencia de decenas de estructuras de hormigón depositadas en las playas de estos sitios. Pero desde hace dos años que los empresarios del turismo vienen denunciando este desastre ecológico provocado por estas empresas contratistas de la industria del salmón.

Según se denuncia en el comunicado, “en todos los sitios, detectamos la remoción de áridos en las playas para la fabricación de estos “muertos”, depósitos de basuras plásticas, de moldes de madera, de tarros de grasa y la erosión del borde costero por la acción de maquinaria usada para la extracción de áridos”.

“En Playas Largas, el mayor banco natural de almejas de la zona ha sido destruido por el acopio y movimiento de esas estructuras, de unas 20 toneladas de peso cada una. En Caleta Andrade, además de la abundante basura plástica, la playa pública ha quedado inutilizada por las operaciones de fabricación de “muertos”.

“En tres de estos sitios, detectamos la presencia de las naves que han sido contratadas para el traslado de estos “muertos” y fueron fotografiadas durante sus operaciones, contando esos antecedentes en la documentación que entregaremos a la Capitanía de Puerto de Puerto Aguirre”, reza el texto.

¿ILEGALIDAD?
Los pescadores dicen que “la Ley de Bases del Medioambiente y el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) exigen que estas operaciones, llevadas a cabo en cuerpos de agua de mar, presenten una Declaración de Impacto Ambiental previa al inicio de operaciones”.

“Entendemos que no existe ninguna presentación a COREMA y que la Gobernación Marítima de Aysén sólo dio un permiso provisorio para la construcción de “muertos” en Caleta Andrade, de Puerto Aguirre”. Esto, según lo expresado por el Gobernador Marítimo a un canal de televisión, dijeron los denunciantes.

En entrevista con Ecoceanos News, el asesor legal de la Fundación Pumalín, Fernando Siebald, dijo que “la Autoridad Marítima tiene que tener en cuenta que a la hora de entregar permisos de uso de terrenos de playa que el gran porcentaje de la costa de Aysén está dentro del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por parte del Estado, y que con el proceso de zonificación costera se han agregado otras zonas. Es por ello que estas actividades, en muchos casos, deben ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) por medio de un Estudio”.

Precisó que “en la Región de Aysén tenemos el proceso de zonificación costera, y en ese sentido hay muchas zonas que están con uso preferentemente turístico o uso preferentemente de conservación. En esos casos, se estima que las actividades que afectan el paisaje, según el Reglamento del SEIA, deben ingresar al sistema como Estudio de Impacto Ambiental, no como Declaración”.

El profesional de Fundación Pumalín agregó que “el Reglamento de Concesiones Marítimas establece que para permisos transitorios no mayores a un año o concesiones marítimas de menor importancia se requiere la obtención de una serie de certificados de diversas instituciones. Estos permisos son sin perjuicio de las demás autorizaciones que se requieran, vale decir, Declaración de Impacto Ambiental, autorizaciones de la Dirección de Fronteras y límites, las normas sobre administración de bienes del Estado, etc”,

Además, “tenemos que tener presente que Aysén es una región declarada zona fronteriza, por lo tanto tiene que cumplir una serie de requisitos de Cancillería. Cada Decreto tiene que estar autorizado por la Dirección de Fronteras y Límites. En ese contexto, es muy probable que la actividad de fábrica de “muertos” ocurra en terreno de playa, y para entregar su uso exclusivo a particulares se requieren autorizaciones especiales”, precisó Fernando Siebald.

Por otra parte, - añadió el asesor legal- que “existe otra gama más de normas que son relativas al tema de extracción de áridos propiamente tal, como el pago de patentes municipales”.

Siebald sentenció que “de no contar con los permisos para utilizar terrenos de playa, playa, porción de agua y fondo de mar, la autoridad marítima puede oficiar al Intendente con el objeto de que sean desalojados con auxilio de la fuerza pública”.

RELACION ENTRE EL CAMBIO CLIMATICO Y LA BIODIVERSIDAD

Se espera que el cambio climático afecte a todos los aspectos de la
biodiversidad. Sin embargo, dichos cambios tienen que tener en cuenta los
impactos de otras actividades humanas pasadas, presentes y futuras, incluyendo
el aumento en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono (CO2).


Por Juan Carlos Inzunza
Doctor en Ciencias Oceanográficas

En el ámbito mundial, las actividades humanas han causado y van a seguir causando una pérdida en la biodiversidad debido, entre otras cosas, a cambios en el uso y la cubierta de los suelos; la contaminación y degradación de los suelos y de las aguas (incluyendo la desertificación), y la contaminación del aire; el desvío de las aguas hacia ecosistemas intensamente gestionados y sistemas urbanos; la fragmentación del hábitat; la explotación selectiva de especies; la introducción de especies no autóctonas, y el agotamiento del ozono estratosférico. La tasa actual de la pérdida de biodiversidad es mayor que la de la extinción natural. Una pregunta esencial es ¿cuánto puede el cambio climático (ya sea de forma natural o inducido por el hombre) aumentar o impedir estas pérdidas de la biodiversidad?

Los cambios en el clima ejercen una presión adicional y ya han comenzado a afectar a la biodiversidad. Las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero han aumentado desde tiempos preindustriales debido a actividades humanas, sobre todo la utilización de combustibles fósiles y los cambios en el uso y en la cubierta de los suelos. Estos factores, junto a las fuerzas naturales, han contribuido a los cambios en el clima de la Tierra a lo largo de todo el siglo XX: ha aumentado la temperatura de la superficie terrestre y marina, han cambiado los patrones espaciales y temporales de las precipitaciones; se ha elevado el nivel del mar, y ha aumentado la frecuencia e intensidad de los fenómenos asociados con El Niño. Dichos cambios, sobre todo el aumento de las temperaturas en algunas zonas, han afectado a la estación de la reproducción de animales y plantas y/o la de la migración de los animales, a la extensión de la estación de crecimiento, a la distribución de las especies y el tamaño de sus poblaciones, y a la frecuencia de las plagas y brotes de enfermedades. Algunos ecosistemas costeros o aquellos en altitud y latitud altas también se han visto afectados por los cambios en el clima regional.

Se espera que el cambio climático afecte a todos los aspectos de la biodiversidad. Sin embargo, dichos cambios tienen que tener en cuenta los impactos de otras actividades humanas pasadas, presentes y futuras, incluyendo el aumento en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono (CO2). Para la amplia gama de escenarios de aumento de CO2, se estima que la temperatura media de la superficie terrestre ascienda entre un 1,4 y un 5,8°C para finales del siglo XXI, que las zonas terrestres experimenten un calentamiento más alto que los océanos, y que las latitudes altas se calienten más que los trópicos. Se estima que la elevación del nivel del mar asociada con dicho cambio esté comprendido entre 0,09 a 0,88 m. En general, se espera un aumento en las precipitaciones en latitudes altas y en zonas ecuatoriales, y que disminuyan en zonas subtropicales aunque aumenten las fuertes precipitaciones. Se espera que el cambio climático afecte directamente a organismos individuales, a poblaciones, a la distribución de especies, y al funcionamiento de los ecosistemas (por ejemplo debido a un aumento de las temperaturas y cambios en las precipitaciones y, en el caso de ecosistemas marinos y costeros, se esperan cambios en el nivel del mar y fuertes tormentas repentinas) e indirectamente (por ejemplo mediante el impacto de los cambios climáticos en la intensidad y la frecuencia de fenómenos tales como los incendios forestales). La pérdida, modificación y fragmentación del hábitat, y la introducción y extensión de especies no autóctonas van a afectar los impactos producidos por el cambio climático. Una proyección realista del estado futuro de los ecosistemas terrestres debe tener en cuenta también las pautas de uso de los suelos y del agua, las que van a afectar en gran medida a la capacidad de los organismos para responder a los cambios
climáticos mediante la migración.

El efecto general del cambio climático estimado provocado por el hombre muestra que los hábitats de muchas especies se desplazará hacia los polos o hacia altitudes mayores respecto a sus emplazamientos actuales. Las distintas especies se van a ver afectadas de forma diferente por el cambio climático; van a migrar a diferente velocidad a través de paisajes naturales fragmentados, y muchos ecosistemas actualmente dominados por especies de larga vida (tales como árboles longevos) van a tardar mucho antes de que manifiesten los efectos de estos cambios. Por lo tanto, es probable que se modifique la composición de la mayoría de los ecosistemas actuales, ya que es improbable que las especies que componen dichos ecosistemas cambien de emplazamiento todos a la vez. Se espera que los cambios más rápidos sucedan cuando sean acelerados por cambios en patrones de alteraciones no climáticas tanto naturales como antropogénicas.

Cambios en la frecuencia, intensidad, extensión y emplazamiento de las alteraciones van a afectar la forma y el régimen a la que los ecosistemas actuales se van a ver reemplazados por nuevos grupos de plantas y animales. Las alteraciones pueden aumentar el régimen de pérdida de las especies y crear oportunidades para el establecimiento de nuevas especies.

En todo el mundo, cerca del 20 por ciento de los humedales costeros se podrían perder hacia el año 2080, como consecuencia de la elevación del nivel del mar. El impacto de la elevación del nivel del mar sobre los ecosistemas costeros (como por ejemplo los manglares y humedales costeros, y los pastos marinos) variará en diferentes regiones según la erosión causada por los océanos y los procesos de encenagamiento que ocurren en la tierra. Es posible que algunos manglares en las regiones costeras insulares bajas en donde las cargas de sedimentación son altas y los procesos de erosión son escasos, no sean particularmente vulnerables a la elevación del nivel del mar.

El riesgo de extinción va a aumentar para muchas especies que ya son vulnerables. Las especies con rangos climáticos limitados y/o pequeñas poblaciones son normalmente las más vulnerables a la extinción. Entre éstas figuran las especies montañosas endémicas y la biota restringida insular (por ejemplo, los pájaros), peninsular (tales como el Reino Floral del Cabo), o costera (manglares, humedales costeros y arrecifes coralinos). En contraste con esto, las especies con gamas amplias y no irregulares, con mecanismos de dispersión de largo alcance y grandes poblaciones tienen un riesgo de extinción menor. Existen pocas pruebas para sugerir que el cambio climático pueda disminuir la pérdida de las especies, pero existen pruebas que demuestran que pueden acelerar este proceso. En algunas regiones
podría darse un aumento de biodiversidad local (normalmente como consecuencia de la introducción de especies) pero las consecuencias a largo plazo son muy difíciles de predecir.

Cuando ocurren importantes alteraciones en el ecosistema (como por ejemplo la pérdida de especies dominantes o una gran proporción de las especies y por lo tanto gran parte de la redundancia), pueden ocurrir pérdidas en la productividad neta del ecosistema, al menos durante el periodo de transición. Sin embargo, en muchos casos, la pérdida de biodiversidad en ecosistemas diferentes y amplios debido al cambio climático no implica necesariamente una pérdida de productividad, ya que existe un grado de redundancia en la mayoría de los ecosistemas. La pérdida de la contribución a la producción de una especie determinada dentro de un ecosistema se puede ver reemplazada por otras especies. Los impactos del cambio climático en la biodiversidad ni los posteriores efectos en la productividad no han sido calculados a escala mundial.

Los cambios en biodiversidad a escala de ecosistemas y paisajes naturales, como respuesta al cambio climático y otras presiones (tales como la deforestación y los cambios en incendios forestales), podrían afectar aún más al clima mundial y regional, mediante los cambios en la absorción y emisión de gases de efecto invernadero y cambios en el albedo y la evapotranspiración. De forma parecida, los cambios estructurales en las comunidades biológicas en las capas superiores de los océanos, podrían alterar la absorción del CO2 por el océano o la emisión de precursores para los núcleos de condensación de nubes, causando unas reacciones o positivas o negativas en el cambio climático.

La simulación de los cambios en la biodiversidad como respuesta a los cambios climáticos presenta algunos desafíos importantes. Los datos y las simulaciones que se requieren para estimar la extensión y naturaleza de los cambios futuros en los ecosistemas y los cambios en la distribución geográfica de las especies son incompletos, lo que significa que estos efectos sólo se pueden cuantificar parcialmente.

Los impactos de las actividades para la mitigación del cambio climático sobre la biodiversidad dependen del contexto, diseño y ejecución de dichas actividades. El uso y el cambio en el uso de los suelos, y en las actividades asociadas con la silvicultura (forestación, reforestación, deforestación evitada, y las prácticas mejoradas en el manejo de bosques, tierras de cultivo y pastizales), tanto como la implantación de fuentes de energía renovable (hidráulica, eólica, solar y biocombustibles) pueden afectar a la biodiversidad. Dicho impacto dependerá de la selección del sitio y de las prácticas en el manejo de los mismos. Por ejemplo, 1) dependiendo del nivel de biodiversidad del ecosistema no forestal que está siendo sustituido, la escala que se toma en cuenta, y otros temas relacionados con el diseño y la implantación, los proyectos de forestación y de reforestación pueden tener impactos neutros, positivos o negativos; 2) si se evita y/o reduce la degradación de los bosques en zonas amenazadas/vulnerables que contienen grupos de especies que son inusualmente diversos, mundialmente raras o propias de esa región, se pueden proporcionar grandes beneficios a la biodiversidad, evitando al mismo tiempo emisiones de carbono; 3) las plantaciones bioenergéticas a gran escala que generan un gran rendimiento podrían tener efectos adversos en la biodiversidad cuando sustituyan a sistemas con una mayor diversidad biológica, mientras que las plantaciones a pequeña escala sobre terrenos degradados o en zonas agrícolas abandonadas podrían tener ventajas ambientales; y 4) un aumento de la eficiencia en la generación y/o empleo de energías basadas en combustibles fósiles puede reducir el uso de combustibles fósiles y, por lo tanto, reducir los efectos sobre la biodiversidad que se deben a la extracción de recursos, el transporte (como el envío por barco y/o por tuberías), y la combustión de combustibles fósiles.

Las actividades para la adaptación al cambio climático pueden fomentar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, y reducir el impacto sobre la biodiversidad tanto de los cambios climáticos como de los fenómenos climáticos extremos. Dichas actividades incluyen el establecimiento de un mosaico interconectado de reservas terrestres, de agua dulce y marinas de uso múltiple diseñado para responder a los cambios estimados en el clima, y actividades de manejo integrada de tierras y aguas para reducir las presiones no climáticas sobre la biodiversidad y, por lo tanto, hacer que el sistema sea menos vulnerable a los cambios climáticos. Algunas de estas actividades para la adaptación también pueden reducir la vulnerabilidad humana frente a fenómenos climáticos extremos.

La eficacia de las actividades para adaptación y mitigación se puede mejorar cuando se integran con estrategias más amplias diseñadas para hacer más sostenibles las rutas para el desarrollo. Existen sinergias potenciales ambientales y sociales e intercambios entre la adaptación climática y actividades para la mitigación (proyectos y políticas), y los objetivos de los acuerdos multilaterales ambientales (por ejemplo, la conservación y uso sostenible que son los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica) además de otros aspectos del desarrollo sostenible. Estas sinergias e intercambios se pueden evaluar en lo que se refiere a la gama completa de actividades potenciales (entre otras cosas, la energía y el uso de los suelos, el cambio en el uso de los suelos, y los proyectos y políticas de silvicultura) a través de la aplicación de las evaluaciones del impacto social y ambiental en el ámbito de proyectos, sectores y regiones, y se pueden comparar con un conjunto de criterios e indicadores mediante el empleo de una serie de marcos para la toma de decisiones. Para esto, se tienen que adaptar y desarrollar aún más las actuales metodologías, criterios e indicadores para la evaluación del impacto de las actividades para mitigación y adaptación sobre la biodiversidad y sobre otros aspectos del desarrollo sustentable.

Entre las necesidades de información y los vacíos en las evaluaciones se incluyen:

· Una mejora del conocimiento de las relaciones entre la biodiversidad, la estructura y el funcionamiento del ecosistema, y la dispersión y/o migración a través de paisajes naturales fragmentados.
· Una mejora del conocimiento de la respuesta de la biodiversidad frente a cambios en factores climáticos y otras presiones.
· La realización de simulaciones de definición apropiada de cambios climáticos pasajeros y de ecosistemas, especialmente para la cuantificación de los impactos del cambio climático sobre la biodiversidad a todos los niveles, teniendo en cuenta sus respuestas.
· Una mejora del conocimiento de los impactos a escala local y regional sobre la biodiversidad de las opciones para la adaptación y mitigación del cambio climático.
· Un mayor desarrollo de metodologías, criterios e indicadores para la evaluación del impacto de las actividades para la mitigación y adaptación al cambio climático sobre la biodiversidad y sobre otros aspectos del desarrollo sostenible.
· La identificación de actividades y políticas para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad que pudiesen mejorar las opciones para adaptación y mitigación del cambio climático.

Año 2008 sería decisivo para la creación de la nueva institucionalidad del Medio Ambiente

El senador Navarro precisó que “la ministra Uriarte tiene la doble tarea de
generar una institucionalidad y fortalecer la acción del Estado en todos los
Ministerios para promover el respeto del medio ambiente porque hoy este tema
está ausente en la Ley de Bases”.



Así lo afirmó el senador Alejandro Navarro, presidente de la instancia, quien explicó que existe el compromiso de la Ministra Presidenta de Conama, Ana Lya Uriarte, para que a partir de marzo, el gobierno ingrese al Parlamento una reforma profunda a la Ley de Bases del Medio Ambiente. Senado.cl, 31 de enero de 2008.
Un cambio “profundo” a la actual institucionalidad del Medio Ambiente y a la Ley de Bases vigente desde 1997, abordará la Comisión especializada de acuerdo al compromiso contraído por la Ministra Presidenta de la CONAMA, Ana Lya Uriarte.
El senador Alejandro Navarro, presidente de la instancia, explicó que “existen en trámite un número considerable de iniciativas parlamentarias que modifican diversos aspectos de la Ley de Bases de Medio Ambiente, en especial en lo relativo al fortalecimiento de la institucionalidad y de la participación ciudadana”.
Sin embargo, aseguró que “estas iniciativas están a la espera de la reforma que enviará el Ejecutivo, a partir de marzo, y que recogerá gran parte de estos proyectos para generar un nuevo marco legal que mejore los actuales mecanismos de fiscalización y de participación ciudadana”.
Indicó que “se trata de modificar la Ley de Bases de Medio Ambiente con el fin de adaptarla a los cambios y nuevos procesos que ha experimentado la institucionalidad ambiental desde 1997 a la fecha, ya que sus principales deficiencias están claras: la ausencia de mecanismos de participación ciudadana”.
Por ello, el senador Naranjo precisó que “la ministra Uriarte tiene la doble tarea de generar una institucionalidad y fortalecer la acción del Estado en todos los Ministerios para promover el respeto del medio ambiente porque hoy este tema está ausente en la Ley de Bases”.
Otro desafío importante será “generar un marco legal para la investigación científica y tecnológica, para que sea capaz de ser garante frente a los proyectos que hoy día, son de pago y orden del mandante, ya que esto significa un debilitamiento de la credibilidad de los mismos”.
“Esperamos que se garantice que las universidades puedan generar sólo una evaluación de impacto ambiental o prestar asesoría de apoyo técnico científico al Estado, de tal manera de salvaguardar que una misma institución no cumpla las dos funciones, porque eso genera desconfianzas en el sistema” sostuvo el legislador.